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Declaración pública por despido de director de La Nación

Ante el despido del director del diario La Nación, Alberto Luengo, el Programa de Libertad de Expresión señala lo siguiente:

1.- Manifestamos nuestra preocupación por esta medida atendiendo a los débiles argumentos dados tanto por el presidente del directorio, Mahmud Aleuy, como por el ministro Secretario General de Gobierno, Francisco Vidal.

2.- Según la carta donde se solicita la renuncia de Luengo, el principal motivo es “el hecho de tratar temas que actualmente se encuentran en conocimiento de investigación por parte de los tribunales de justicia”, lo que permitiría “identificar la postura del gobierno con la del diario haciendo suponer que aquel se inmiscuye en materias en las que ha declarado su prescindencia”.

3.- Lo anterior desconoce un principio fundamental de la aplicación de justicia cual es la transparencia y publicidad. De hecho, la reforma procesal penal, en funcionamiento en todo el país menos en la Región Metropolitana, cuenta con juicios orales y públicos, donde la ciudadanía en general y la prensa en particular pueden conocer los testimonios, la mayoría de las diligencias, los argumentos de las partes involucradas y, en definitiva, formarse su propia opinión.

4.- Pretender, como se desprende de las palabras del ministro Vidal y del señor Aleuy, que la prensa no informe sobre procesos judiciales en curso es desconocer que la labor periodística tiene funciones y derroteros distintos a los que tienen los tribunales.

5.- En ese sentido, y tal como se reconoce en toda democracia moderna y por los diversos pactos internacionales de derechos humanos suscritos por nuestro país, los Estados deben garantizar la libertad de expresión y de prensa sin que quienes ejerzan dichas libertades sean molestados por sus opiniones.

6.- Transformar el diario La Nación en una suerte de boletín de palacio es desconocer la necesidad de que existan medios con vocación pública que rompan la agenda impuesta por aquellos que responden a la lógica privada y empresarial.

7.- Condenamos la decisión de la administración del presidente Lagos y manifestamos nuestra preocupación porque no es la primera vez que se atenta contra la libertad de expresión. Anteriormente asistimos a las presiones ejercidas sobre TVN a propósito de la cobertura del caso Spiniak y a la decisión de seleccionar medios para cubrir las actividades en terreno del presidente (más tarde revertida), por mencionar sólo dos ejemplos.

8.- Con esta actitud, la actual administración demuestra, una vez más, que no tiene la convicción de que una democracia se fortalece con la presencia de medios con vocación pública.